jueves, 9 de diciembre de 2010

Bichito de luz

Sentada mira hacia afuera, una luz aparece y desaparece.
Ella se enciende por momentos, es casi fuego, una hoguera incandescente, algo que se mantiene vivo sin ser alimentado. Un fuego que crece en las entrañas, algo que nace sin permiso, sin disculpas, sin perdon. Se pregunta que es la verguenza, es insolente, impetuosa y esta viva, insoportablemente viva. Vive de manera arrebatada, todo es ya, todo es ahora, no hay tiempo, la espera no existe. Sus impulsos la acercan a la muerta, mas que a la vida. Prefiere sentir dolor a no sentir nada, a que la vida sea una meseta. Siente, no piensa. Cree que pensar es una perdida de tiempo, que no tiene sentido, solo desea sentir, dejarse llevar.
Una musica suena lejana y la espontaneidad de su cuerpo le pide que baile, le pide que sienta, el mar saluda sus pies,  ella sonrie, sus ojos se apagan.