En el terraplen
Este es un pequeño rincon en el cual me escapo
lunes, 4 de junio de 2012
miércoles, 10 de agosto de 2011
Extraño
Mágico se vuelve todo al verla, las palabras fluyen sin tener que obligarlas a decir algo deseo hablar y me gusta hablar. Mucho mas me gusta escuchar su suave voz, su acento que todo lo vuelve más rico, mas dulce, mas lleno de vida. Sus ojos invitan a mirarlos de una manera eterna, deseas besar la cuenca de sus ojos, deseas besar cada recoveco de su cuerpo sin que nada haya sido dejado de lado, te desesperas por acariciar cada espacio y cada lugar de su insoportable belleza, quieres hundirte y sentir que ya no importas, que ya nada importa.
Intento
Vague de manera incierta en la ciudad, durmiendo en plazas y veredas. Observando a la gente que pasa indiferente, como si mi presencia fuera preferible ser evitada, olvidada, escondida entre cartones y edificios. Vague sin motivo alguno, sin tratar de buscar nada, sin intenciones de encontrar algo.
Hace un tiempo considerablemente largo que no me baño, emano un hedor similar al de una fosa séptica, momentáneamente no tengo interés de bañarme es una manera de que la gente no se aproxime.
Aburrido me acuesto sobre un banco, mirando al cielo, tratando de alcanzarlo con mis manos, tratando de elevarme a un estado de mayor conciencia, de verdadero equilibrio.
Dormir
Durmiendo sobre una panza tibia mientras una mano acaricia mi pelo, montañas de rizos rubios y rojos tocan mi cara, acerco mi mano hacia ella, dibujo con un dedo miles de formas sobre su cuerpo desnudo, la siento tibia y cerca de mi, tocar su piel y sentir su aroma ya alcanza, mirarla ya alcanza, hundo mi nariz en su ombligo desnudo, juego con su pie, le separo los dedos, los acaricio y los beso. Sintiéndome lleno, le pregunto ¿que mas puede haber? Responde que no hay nada.
viernes, 5 de agosto de 2011
Estrellas
Distingo increíblemente entre las hojas del árbol y las luces de esta puta ciudad, alguna estrella que se asoma tímidamente entre todas las cosas que las ocultan y me doy cuenta que prácticamente las había olvidado.
Sueño que soy otro, mas valiente, mas cobarde también, sueño que estoy abrazado a alguien que dice amarme, siento en la nuca el dulce aliento de alguien que quiero y ahogándome en esa bocanada de aire viciado, como si no existiera ya otra cosa, como si ese instante de profunda intimidad fuera suficiente, no necesito ya nada. Deseo morir para que nada contamine esa sensación, ese pequeño placer de sentir que soy otro en los brazos de alguien que dice amarme.
Sueño placidamente, siendo esta otra de mis actividades favoritas.
Sueño
Sueño en sumergirme en unos ojos profundos como el cielo, sintiendo una conexión que va mas haya de las palabras, las palabras pierden su forma y ya no tienen importancia, ya no trasmiten absolutamente nada, ya no dicen nada. El silencio es la verdadera palabra y la muerte es un paso a vivir. Caigo en un estado incierto de ansiedad, de nervios, de emoción. Confundido, casi mareado, sintiendo que miles de pequeñas luces bailan alrededor mío y dicen palabras dulces al oído. Sintiendo coraje para hacer lo que sea, pero dándome cuenta que la realidad no puede ser moldeada, se maneja con criterios ajenos a los propios, siguiendo otros parámetros que no encajan, que no se ubican dentro de la vida que manejo.
¿Dónde estoy? Me pregunto y no respondo. Importa realmente o sentir la arena que acaricia tus pies ya es suficiente, para que entender las cosas si de nada sirve, solo es confundirse, marearse. Es mejor no preguntar nada no entender nada, ser un numero mas en una pared que escucha y asiente
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