miércoles, 10 de agosto de 2011
Extraño
Mágico se vuelve todo al verla, las palabras fluyen sin tener que obligarlas a decir algo deseo hablar y me gusta hablar. Mucho mas me gusta escuchar su suave voz, su acento que todo lo vuelve más rico, mas dulce, mas lleno de vida. Sus ojos invitan a mirarlos de una manera eterna, deseas besar la cuenca de sus ojos, deseas besar cada recoveco de su cuerpo sin que nada haya sido dejado de lado, te desesperas por acariciar cada espacio y cada lugar de su insoportable belleza, quieres hundirte y sentir que ya no importas, que ya nada importa.
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