Desesperante se vuelve la hoja en blanco, el no saber que decir, el vació y la insatisfacción que producen los temas pensados. El cigarrillo se consume y pide otro en su reemplazo, los minutos pasan y nada digno de ser escrito aparece, se me ocurren ideas estúpidas que nada dicen. La soledad y la tristeza son temas recurrentes que vuelven y vuelven de manera incansable, pero no deseo hablar de ellos quiero hablar de la vida, de lo hermoso que es vivirla. De amar y de ser amado, de querer abrazar una y otra ves al amigo, al conocido o al extraño. De llorar sin tener motivos para hacerlo, por el desahogo en si, por la fuerza liberadora del llanto
viernes, 5 de noviembre de 2010
En blanco
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